Aminetu Haidar
Encarcelada y desacreditada por las autoridades marroquíes, lleva veinte años luchando pacíficamente para que se cumpla el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui. Pide a la comunidad internacional que se termine el proceso de descolonización del Sáhara Occidental, estimando que «Ya es hora de terminar con las violaciones marroquíes de los derechos del pueblo saharaui, entre ellos el derecho inalienable a la autodeterminación y a la independencia».
Esta militante de los Derechos Humanos, fue detenida por primera vez en 1987 por participar en una protesta contra la ocupación del Sáhara Occidental cuando una comisión de la ONU visitaba la zona. «Fui torturada e interrogada durante dos semanas sin descanso, , en condiciones infrahumanas, comiendo alimentos que no se comen ni los animales y sin contacto con el mundo exterior»
Escondida durante 4 años, permaneció tres años y siete meses con los ojos vendados en el campo de detención secreto marroquí llamado PC CMI (puesto de mando de la Compañía Móvil de Intervención) en El Aaiun, donde sufrió todo tipo de torturas y abusos según varios testimonios que ella misma dio desde que fue liberada en 1991, junto a otros 300 presos políticos saharauis.
El poeta Mohamed Salem Abdelfatah, Ebnu en relación a esta heroína escribió:
(…) Sin embargo
más allá de tus labios rotos,
del hermoso rostro desfigurado,
de la mirada oscura y ausente,
se adivina tu laudable sonrisa de gloria.
Tu firmeza de acacia solitaria.
Tu fiel esperanza de libertad y primavera.

La historia de su vida es conmocionante, desaparecida, torturada, y hasta dada por muerta. Ha sufrido numerosas detenciones, interrogatorios, hostigamientos, intimidaciones, y maltratos por parte de las autoridades marroquíes.
Pero no abandona su cometido aún a riesgos de perder su delicada vida, con coraje y determinación sigue participando en todas las luchas por el respeto de esos Derechos en el Sáhara Occidental. A sus 39 años es un símbolo de lucha por la dignidad, la libertad y la soberanía de un pueblo. Su persona es la parte nuclear de diversos comités de coordinación de defensa de los presos, víctimas y desaparecidos del Sahara desde 1994 hasta la fecha.
El 17 de junio del 2005 Aminetu Haidar fue salvajemente golpeada por el Grupo Urbano de Seguridad (GUS) marroquí en la calle cuando organizaba una manifestación en la ciudad de Smara.
El 13 de diciembre un tribunal marroquí la condenó a siete meses de prisión y a sus trece compañeros a penas de hasta tres años de presidio, en unos procesos claramente irregulares según los observadores internacionales presentes, entre ellos Amnistía Internacional y una comisión del Consejo General de la Abogacía Española.
El 17 de enero del presente año cumplida la sinuosa condena fue liberada. Sus palabras fueron para centenares de ciudadanos, que vinieron de las diferentes ciudades ocupadas del Sáhara Occidental y de otras al sur de Marruecos.
Aminetu valoró positivamente además a todas las organizaciones, personalidades, parlamentos e instituciones que han mostrado su solidaridad y su apoyo a los presos políticos saharauis que aún siguen recluidos. «La alegría aún no está completa sin la libertad de todos los presos políticos saharauis, y sin la liberación de toda la parte ocupada por el opresor», concluyó.
Varios Parlamentos, distintas personalidades y organizaciones internacionales han adoptado la causa de esta gran mujer, que se ha convertido en un símbolo de los presos políticos saharauis, especialmente de los activistas saharauis de los Derechos Humanos aún detenidos. Incluso ha sido propuesta por el Parlamento Europeo para el Premio Sajarov de Derechos Humanos.
La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y la Fundación CEAR otorgaron el V Premio Juan María Bandrés a la Defensa del Derecho de Asilo y la Solidaridad con los Refugiados a Aminetu Haidari. El premio se entregó el lunes 8 de mayo en Comisiones Obreras, en Madrid. Dedicó el galardón que consiste en una escultura cedida por Martín Chirino a sus compatriotas que luchan pacíficamente contra la ocupación marroquí.
En rueda de prensa, aprovechó para exigir al Gobierno español «que asuma su responsabilidad con el pueblo saharaui y reconozca el crimen que se ha cometido con él».
Muy desmejorada y debilitada por todo lo vivido, Aminetu se despidió del evento tras exponer que esta puede ser la última vez que tenga ocasión de ser vista en Madrid, ya que dijo ser consciente de que, a la vuelta a su tierra, corre serios riesgos de ser asesinada o desaparecida.
«Para que otros vivan libres, por los niños inocentes que viven bajo la represión, por las familias divididas por el exilio, me sacrificaré a mí misma». Expresó valientemente.